[3] Su primer nombre conocido fue Campo da Herva, que hacía referencia a su origen como lugar deshabitado fuera del recinto amurallado, donde se pudieron realizar los primeros trueques de la ciudad.
[9] A finales del siglo XIX y principios del XX, Valle-Inclán, amigo de Jesús Muruais, visitaba asiduamente esta biblioteca y participaba en las famosas reuniones que allí se celebraban.
La plaza está pavimentada y es peatonal, al igual que el resto del casco histórico de la ciudad.
[11] La plaza está presidida en su lado este por un gran magnolio centenario, que se encuentra en el jardín urbano del Pazo de los Cru y Montenegro.
Posteriormente el interior del pazo se dividió en varias viviendas.
[2] A principios del siglo XX, este edificio albergó la Escuela de Balmes, donde el escritor vanguardista Luis Amado Carballo realizó sus primeros estudios.