Su ubicación en el casco histórico la convierte en una de las zonas más transitadas del municipio, estando presidida por el Ayuntamiento en el extremo occidental y la iglesia de San Mateo en el oriental, mientras que el castillo del Moral se encuentra cercano.
No obstante, el espacio continuó definiéndose durante todo del siglo XVI, con la ampliación de las calles aledañas y la inclusión de la muralla medieval en las casas que se iban edificando; de hecho, hasta que la última casa de la manzana fue derribada en el año 1623, dándose por concluidas las obras.
El reloj de la torre fue instalado en 1928[3] y el edificio fue reconstruido en la década de 1970, intentando rememorar la antigua imagen del ayuntamiento.
[1] Desde finales del siglo XIX se constata la presencia de naranjos en este espacio público.
Aunque los resultados fueron escasos, sí pudo evidenciarse arquitectura perteneciente al Califato de Córdoba (siglo X), con la presencia de numerosos pozos y pozos ciegos, así como cimentaciones de viviendas de época bajomedieval y moderna, especialmente pavimentos y alguna pileta.