Plan Real

Sin crédito externo, éste déficit debía ser financiado con mayor emisión monetaria.[8]​ En los años 1990 se inició con la caída de la Unión Soviética y el afianzamiento del neoliberalismo a escala mundial.Las medidas adoptadas no lograron reactivar la economía y 7.500.000 personas habían perdido sus empleos como parte del proceso de reforma.Paralelamente, la Argentina había transitado un camino similar al de Brasil, sufriendo una inflación del 2.314% en 1990.[10]​ Desde la asunción del presidente Carlos Menem se habían sucedido distintos ministros de economía, sin lograr mayores resultados, hasta la designación del entonces canciller, Domingo Felipe Cavallo, quién diseño la denominada Ley de Convertibilidad, la cual sería sancionada en 1991 y establecía que el país sólo podía emitir moneda local completamente respaldada por reservas, impidiendo modificar el tipo de cambio o conducir una política monetaria autónoma.El plan fue un éxito, ya que la inflación pasó a un 84% en 1991, 17,5% en 1992, 7,4% en 1993 y así hasta alcanzar el 0% en 1996.[cita requerida]El PIB de la Argentina creció el 10,6% en 1991, el 9,6% en 1992 y el 5,7% en 1993, cifras que sólo se habían visto en el país a comienzos del siglo XX.En 1994, Brasil concretó la reestructuración de su deuda externa dentro del llamado "Plan Brady".[14]​ La reactivación económica se produjo principalmente entre 1993 y 1995, ya que la reducción de la inflación llevó a una revalorización real de los salarios, lo cual se sumó al aumento del crédito interno al consumo.Si bien Brasil no devaluó, las autoridades monetarias flexibilizaron su régimen adoptando el sistema de bandas, que permitía la fluctuación del real entre límites sujetos a modificaciones periódicas.Ese año el presidente Cardoso logró ser reelecto y el Brasil llegó a un acuerdo con el FMI, a través del cual el organismo ofrecía un paquete de ayuda por 40.000 millones de dólares a cambio de que país aplicara nuevos ajustes fiscales y reformas institucionales.La moneda perdió un 60% de su valor en solo un mes, para luego estabilizarse en una devaluación cercana al 40%.[17]​ Tras la depreciación se produjo un alza en los precios al consumidor, aunque posteriormente logró estabilizarse, echando por tierra los miedos de un rebrote inflacionario.[20]​ Tras la privatización de los grandes monopolios estatales durante los años 1990 (telecomunicaciones, energía, siderurgia, sector financiero, etc.), el gobierno de Lula optó por continuar este camino mediante la privatización por concesiones, como medio para atraer las inversiones necesarias en infraestructura que el Estado no podía afrontar (rutas, puertos, aeropuertos, ferrocarriles, etc.).
Moneda de 1 real conmemorativa a los 25 años del Plan Real
Anverso de un billete de cien reales, emitido en 1994.
Gráfico del IPC entre enero de 1994 y diciembre de 1995
El Plan Real llevó a Fernando Henrique Cardoso de Ministro de Economía a Presidente de la Nación.