Placa de latón de Drake

El bulo tuvo éxito durante 40 años, a pesar de las primeras dudas que suscitó su aparición.

La placa que salió a la luz en la década de 1930 coincidía notablemente con la descripción consignada en el registro histórico.

Los cuatro investigadores del caso (Edward Von der Porten, Raymond Aker, Robert W. Allen y James M. Spitze), publicaron su relato en California History en 2002.

George Clark, inventor, crítico de arte y tasador, martilló las letras en la placa con un simple cincel.

situado delante del nombre de Drake (que luego se interpretó como "Capitán General"), era su propia firma.

[1]​ La placa sería encontrada nuevamente tres años después, en 1936, por Beryle Shinn, dependiente de una tienda.

[1]​ Luego, otra serie de casualidades llevaron el engaño al siguiente nivel.

Bolton y Chickering no volvieron a tener noticias de Shinn durante cuatro días.

Aparentemente asustado de que pudieran perder esta gran oportunidad, Chickering decidió comprar rápidamente la placa por 3500 dólares (74200).

Poco después, la placa se entregó a la Biblioteca Bancroft de la Universidad.

Físicamente, la placa parecía demasiado uniforme y el aspecto de la pátina era sospechoso.

Revelar su broma en una cena de la ECV entre amigos, acabaría siendo un asunto público muy doloroso para todos los involucrados.

Los conspiradores encontraron varias formas de intentar avisar a Bolton sin dar un paso al frente.

Se vendieron copias como recuerdo, y una copia también se exhibió en la biblioteca de la Sir Francis Drake High School de San Anselmo (California), la única escuela secundaria que lleva el nombre del explorador.

Las pruebas incluyeron cristalografía de rayos X, microscopía estereográfica y un análisis metalúrgico adicional.

Frank Asaro, del Laboratorio Lawrence Berkeley de la Universidad de California, en colaboración con su colega Helen Michels, utilizó análisis por activación neutrónica para estudiar la placa y descubrió que contenía demasiado zinc y muy pocas impurezas para ser latón inglés isabelino, mientras que contenía trazas de metales que se correspondían con el latón americano moderno.

[8]​[9]​[10]​ Por su parte, Cyril Stanley Smith del MIT examinó la placa bajo un microscopio estereoscópico y descubrió que los bordes eran compatibles con los equipos de corte modernos.

Grabado que representa el desembarco de Drake en California en 1590
La placa de Drake (abajo), y la plancha utilizada para martillarla (arriba)
Sir Francis Drake, por Nicholas Hilliard (1581)