El cardenal Barbarigo era responsable de los asuntos eclesiásticos del este y tenía especial interés en las culturas orientales, incluida Albania.
Contribuyó con una fuerza de 6.000 soldados albanos al ejército austriaco que había llegado a Priština y los acompañó hasta Prizren.
Publicó su extenso tratado de teología en Padua en 1685 Cuneus Prophetarum, en albanés e italiano con la ayuda del cardenal Barbarigo.
Esta obra se imprimió en alfabeto latino con algunos caracteres cirílicos empleados por Pjetër Budi y Frang Bardhi.
Este volumen versa sobre el Antiguo Testamento: i) Dios creó al hombre, ii) Los profetas y sus metáforas sobre el advenimiento del Mesías, iii) La vida de los profetas y sus profecías iv) Las canciones de las diez sibilas.