[5] Tenía una mayor cadencia de disparo que el revólver Beaumont-Adams y con frecuencia era equipada con un sistema de gatillo doble tipo Tranter para superar la resistencia ofrecida por el percutor rotativo.
[6] Era muy apreciada por cazadores y exploradores para defensa a corto alcance contra tigres o búfalos africanos.
[7] Al contrario de un revólver, no tiene una fuga de gas cuando dispara debido a la ausencia del espacio entre el tambor y el cañón.
Al enfrentarse a nativos en cargas frontales como los zulúes o los Ansar (los llamados derviches sudaneses), las balas de los cartuchos modernos tendían a atravesar al enemigo, que continuaba avanzando.
Unas cuantas todavía eran empleadas en una fecha tan tardía como la Primera Guerra Mundial, siendo conocidas por su sólida construcción y facilidad de mantenimiento.