El pueblo pima proviene del oeste de Canadá y cruzaron por California hasta llegar a Sonora donde tuvieron que pelear con la etnia seri para poder establecerse y estos se establecieron en las costas del estado de Sonora.
[4] Se estima que los españoles encontraron en Sonora a los Ópatas al noroeste, a los Cachitas al suroeste, a los Seris en la costa y en medio al Grupo Pima névome que era parte de un conjunto de pueblos del desierto y la sierra que se denominaba O’odham.
La Pimería Alta (Akimel O'odham) abarcaba varias tribus que eran los sobaipuris asentados al norte de la Pimería Alta en los márgenes de los ríos Santa Cruz, San Pedro y Gila; al oeste estaban los opas-yumas, los pápagos, cocomaricopas y pabotas (zona de Yuma y Sonoyta, Casa Grande); al centro estaban los sobas (Zona de Altar, Magdalena, Nogales, Cucurpe); al noreste estaban los potlapihus (zona de Arizpe, Nacozari, Óputo y Bacerac).
Los pimas habitan en rancherías en casas construidas con adobe, cuadrangulares o rectangulares, techo de dos aguas, con pequeñas ventanas.
En los últimos años viajan a los grandes centros de población como Ciudad Obregón y Hermosillo.
Los Pima presentan problemas de enfermedades bronco-respiratorias, diarreas, parásitos intestinales y anemia, principalmente en la población infantil.
También practican la minería en pequeña escala mediante el gambuseo en ríos y arroyos serranos.
Sin embargo, ellos nombran un gobernador propio –siempre es un anciano–, quien durante dos años aconseja a las autoridades del municipio.
Los pimas se alimentan de maíz, frijol, chile, papas, trigo y frutas silvestres.
Pero la bebida que preparan para las fiestas es el tesgüino, hecho con maíz fermentado y endulzado.
El etnobiólogo Amadeo M. Rea recopiló y escribió sobre la etnobotánica del río Gila desde la perspectiva pima.
Mediante este ritual se especializa todo el trabajo en el magüechic (campo de siembra).
Las mujeres en una sola línea danzan frente a los cantores y se toman de la mano; conforme cambia el ritmo de los cantos, ellas dan la espalda a los cantores y avanzan acompasadamente hacia el pequeño altar que descansa sobre la tierra.
También hay danzas de pascola y se sirve comida que las mujeres pimas preparan afanosamente como tumchis (tortillas), calientan café o cuecen frijoles, entre otros platillos que componen la dieta esencial de los pimas.