Pilar Aguilar Carrasco

Se instaló en casa de una tía, donde aprendió a leer y quedó totalmente entusiasmada por el universo infinito que los libros ofrecían.Para ella, como para muchos y muchas militantes que lucharon activamente contra la dictadura, la transición española supuso una victoria, pero también una derrota y un brutal desencanto pues comprendieron que sus ideales revolucionarios eran inalcanzables.Descubrió el feminismo, cuya filosofía, militancia y forma de vida ya siempre le acompañan.Comenzó a interesarse por la educación emocional, los mapas afectivos y los universos imaginarios que trasmiten los medios audiovisuales.En estas, el protagonismo está acaparado por figuras masculinas, consideradas como los seres dignos de portar el relato socialmente compartido.Los personajes femeninos, por el contrario, se construyen como seres secundarios y subalternos cuyo valor depende de sus lazos con los varones.