Pietro Boetto

Durante el período del Holocausto en Génova jugó un papel clave en las operaciones de asistencia a los judíos perseguidos.[3]​ Una vez ordenado sacerdote, tenía grandes aspiraciones de marchar como misionero a Alaska, donde trabajaban varios sacerdotes de su provincia, con los que mantenía correspondencia.Pero esa no era la intención de sus superiores, que en 1902 lo enviaron a Génova, donde se desempeñó como profesor y luego rector del colegio jesuita de esa ciudad hasta 1904.Protestó contra el bombardeo de la ciudad por buques de guerra británicos, asegurando que: «El Señor, [...] concederá un triunfo completo a nuestro amado país [Italia].».El obispo auxiliar Giuseppe Siri fue el encargado de pronunciar la oración fúnebre.Boetto fue finalmente sepultado en una cripta cerca del altar mayor de dicha catedral en Génova.