Fundó y dirigió las revistas Energie Nove, La rivoluzione liberale e Il Baretti.
Se exilió en Francia tras recibir una paliza de una escuadra fascista y murió pocos meses después.
En ella publicaron prestigiosos intelectuales, como el propio Gramsci, Luigi Sturzo y Giustino Fortunato.
En 1924 Gobetti funda una nueva revista, de contenidos culturales y literarios: Il Baretti.
Saggio sulla lotta politica in Italia (1924), donde recoge sus opiniones publicadas anteriormente en la prensa.
La prisa con la que quiso publicar este libro le impidió prepararlo con cuidado y corregirlo.
La segunda parte se divide en seis capítulos, dedicado cada uno de ellos a un factor de la lucha política: estudia a los liberales y los demócratas, los movimientos populares (desarrolla las figuras de Giuseppe Toniolo, Filippo Meda y Luigi Sturzo), los socialistas, los comunistas (con especial atención a Antonio Gramsci), los nacionalistas (Alfredo Rocco) y los republicanos.
Respecto a la política con la Iglesia católica, Gobetti defiende recuperar las ideas cavourianas sobre la laicidad del Estado y el no reconocer ningún Estado Pontificio dentro de Italia (algo que fracasará con los Pactos de Letrán).
Gobetti adopta un tono muy militante y declara no buscar lectores sino colaboradores en su oposición al fascismo.
Para Gobetti los verdaderos héroes del Risorgimento había sido dos: Carlo Cattaneo y Cavour, dos figuras muy distintas pero unidas por su pragmatismo: Cattaneo le gusta a Gobetti por su voluntad de actuar y su ausencia de retórica; Cavour es un hombre que negocia para conseguir sus objetivos y mantiene su perspectiva más allá de lo inmediato.