Piedra Escrita

En su lado occidental hay labrada una hornacina de cabecera semicircular, en cuyo interior puede apreciarse una escena con dos personas frente a una tercera, ataviadas con ropas talares romanas.

Por ello el monumento se pensaba de esta época, en relación con la iglesia del siglo XIII que allí había existido.

[2]​ Algunos años más tarde, en 1995, la epigrafista de la UAM, Alicia M. Canto reconoció la inscripción romana que subsistía bajo diversos retoques medievales y pudo leerla, resultando ser la dedicatoria votiva de un particular en agradecimiento a la diosa Diana, con el texto: A(nimo) l(ibens) s(olvit votum) • Sisc(inius?)

Dianae,[3]​ con lo que el monumento sería primeramente un oratorio rupestre romano, a modo de santuario rural.

Alineándolo con otros hitos antiguos en una línea N-S, la misma autora propuso que "Piedra Escrita" formara parte de la frontera romana entre las provincias Hispania Citerior y Lusitania, que estaba sin definir bien en su franja meseteña;[6]​ ahora sería posible atribuir Ávila a la Lusitania vetona.