En esa época descubrió el teatro, entreteniendo a sus camaradas interpretando pequeñas piezas.
Allí aprendió a utilizar su voz y adquirió el arte del mimo.
Desde 1957 a 1962, actuó cuatro veces como estrella en el Olympia de París, hizo numerosas giras por el extranjero, y obtuvo sus mayores éxitos: Les Voyous, Festival d'Aubervilliers, Le Danseur de charleston.
En 1975 actuó en la comedia musical Monte-Cristo, de Eddy Marnay, siendo Michel Legrand el compositor.
Por su trabajo en Visites à Mister Green, fue nominado en el año 2002 al Premio Molière.