Por un lado gracias a una gran aceptación del mercado consiguió unas buenas cifras de ventas, sobre todo entre el público más joven.
El Citroën Saxo, aparecido posteriormente, comparte la plataforma y parte de la carrocería con el Peugeot 106, que es más corto.
En los doce años, 2 798 200 ejemplares han sido producidos en las fábricas de Mulhouse y Aulnay-sous-Bois, Francia.
Con la reestilización llegaron todas las motorizaciones y equipamientos que no se presentaron en la primera fase.
El habitáculo es totalmente básico: Los plásticos son duros, y faltan muchos guarnecidos con respecto a otros 106 más cuidados.
El monocasco es muy sencillo, con McPherson delante y brazos tirados unidos por barras de torsión en el eje posterior.
El Fase II contaba con unas barras estabilizadoras más gruesas que solo compartía con la versión GTi.