En arqueología, una petroesfera (del griego petros, que significa 'piedra', y sphaira, que significa 'bola' o 'esfera') es el nombre de cualquier objeto artificial o no natural esférico de cualquier tamaño fabricado en piedra.
Estos artefactos, principalmente prehistóricos, pueden haber sido creados y/o seleccionados, pero alterados de alguna manera, incluyendo el tallado y el pintado, para llevar a cabo una función específica.
Existen bolas de piedra formadas naturalmente, como concreciones Cannonball y megaesferulitas, que han sido, a veces, mal identificadas como petroesferas.
Por ejemplo, los arqueólogos marginales y los defensores de los visitantes extraterrestres prehistóricos han afirmado en repetidas ocasiones que las bolas de piedra, que varían en diámetro de 0,61 a 3,35 m, que se encuentran alrededor de Cerro Piedras Bola en la sierra de Ameca, entre Ahualulco de Mercado y Ameca, Jalisco (México), son petroesferas.
Del mismo modo, las concreciones Cannonball, es decir, las que se encuentran a lo largo del río Cannonball en Dakota del Norte y las de cerca de Moeraki, Isla Sur (Nueva Zelanda), también se han identificado erróneamente como petroesferas.