Justificó la decisión porque «el sistema gubernamental del país estaba paralizado por las injerencias judiciales» y a causa del «choque entre las instituciones gubernamentales y el sistema judicial», por lo que se requiere de un «nuevo orden constitucional provisional».
En la intervención declaró: Tras su dimisión, fue sucedido interinamente por Muhammad Mian Soomro, siendo sustituido oficialmente por Asif Ali Zardari, viudo de Benazir Bhutto.
Su formación está comprometida en restituir en sus cargos a los magistrados del Tribunal Supremo expulsados por Musharraf.
La fuente agregó que la salida del exgeneral traería estabilidad política al país.
La gubernamental Liga Musulmana-N, liderada por el ex primer ministro Nawaz Sharif, felicitó la dimisión del presidente, y se mostró contraria a otorgarle inmunidad.
Musharraf ha quebrantado la Constitución y debe pagar por ello», explicó el secretario de información, Ahsan Iqbal.
El ministro pakistaní de Asuntos Exteriores, Shah Mehmud Qureshi, mostró su confianza en que la dimisión traería «estabilidad política» a Pakistán y dijo: La Liga Musulmana-Q, formación afín a Pervez Musharraf, calificó la decisión del presidente pakistaní de dimitir como «digna y elegante» y aseguró que «fortalecerá el sistema democrático».