La perspectiva curvilínea es una proyección gráfica utilizada para dibujar objetos tridimensionales en superficies bidimensionales.Fue formalmente definida en 1968 por los artistas e historiadores del arte André Barre y Albert Flocon, en el libro "La Perspective curviligne".[1][2] Como antecedentes, se pueden citar las imágenes (poco precisas desde el punto de vista matemático), elaboradas por el miniaturista Jean Fouquet (1420-1481).Por su parte, se sabe que Leonardo da Vinci (1452-1519) trató sobre las perspectivas de líneas curvas en un cuaderno perdido.Se pueden utilizar cuatro, cinco, seis o más puntos de fuga:[4] Las distancias a y c entre el observador y la pared son mayores que la distancia 'b, por lo que se adopta el principio de que cuando un objeto está a una distancia mayor del observador, se vuelve más pequeño.
Distorsión curvilínea en forma de huso
Jean Fouquet
,
Llegada del Emperador Carlos IV a la Basílica de San Denís
Perspectivas cónica (con 1, 2 o 3 puntos de fuga), cilíndrica (con 4) y esférica (con 5 o 6)
La
Figura 1
muestra la pared (
1
) y el observador (
2
) vistos desde arriba
La
Figura 2
muestra la misma situación desde el punto de vista del observador
Curvilinealidad en la fotografía: imagen curvilínea (arriba) y
rectilínea
(abajo). Obsérvese la
distorsión en barril
típica de un
objetivo ojo de pez
en la imagen curvilínea. Aunque este ejemplo ha sido corregido a la forma rectilínea por software, los
objetivos gran angulares
de gran calidad se construyen con corrección óptica rectilínea.