Pere Permanyer i Puigjaner

[1]​[2]​[3]​ Casado con Rosa Mon, nacida en Viladrau (Osona), el matrimonio tuvo cinco hijos: Pere, Carme, Xavier, Mercè y Jordi.

Hijo de Marcel·lí Permanyer y Grifoll, miembro de la burguesía catalana, Pere Permanyer creció en una familia dedicada a los negocios: su abuelo había fundado una empresa importadora de combustibles vegetales, Carbones Permanyer que, con una flota de camiones, distribuía por todo el estado la materia primera que compraba en Córcega y Sicilia y que transportaba en Barcelona con dos goletas propias.

A pesar de haber colaborado en la industria familiar a las órdenes de su padre durante algún tiempo, muy pronto evidenció una inclinación natural por la industria y una pasión por la mecánica (de muy pequeño, el juego del Meccano contribuyó a desarrollar su vocación por la innovación industrial).

Durante la guerra civil española Pere Permanyer huyó de Barcelona y pasó a pie la frontera francesa por Saint-Laurent-de-Cerdans.

En aquel periodo, entabló una gran amistad con Josep Antoni Soler i Urgell, "Jasu".

Aprovechando los conocimientos consolidados anteriormente, se decidió a fabricar y comercializar gasógenos, negocio con el cual consiguió brillantes resultados.

La aportación de capital al nuevo negocio fue asumida mayoritariamente por Permanyer.

Permanyer empeñó su patrimonio particular y, junto con 23 pequeños accionistas, aportó el capital que hacía falta para poder continuar con el plan de crecimiento, fijándose en un total de 2.310.000 pts.

El primer logotipo de Montesa, en el depósito de una B-46/49 de 1946.