Sin embargo, ya en las culturas más antiguas se conocían y desarrollaban técnicas utilizando el plano inclinado, la cuña, la polea, la palanca, el tornillo y la rueda, aprovechando como fuentes de energía el trabajo humano, animal, o las fuerzas naturales del viento, agua y fuego.Antes de la revolución industrial, los bienes los producían los artesanos en el conocido sistema casero.Sin embargo, en general se argumenta que estos primeros trabajos, aunque valiosos, eran meramente observacionales y no intentaban diseñar los trabajos estudiados o aumentar la producción global.El libro incluye temas como el tiempo necesario para realizar una tarea específica, los efectos de subdividir las tareas en elementos más pequeños y menos detallados, y las ventajas que se obtienen de las tareas repetitivas.Con este sistema, las piezas individuales se fabricaban en serie con tolerancias que permitían su uso en cualquier producto acabado.[5] En 1774, más o menos por la misma época en que Arkwright instalaba su sistema de control, otro inventor británico, James Watt, junto con su socio Matthew Boulton, estaban organizando una fábrica en el Soho en 1775[7] para producir máquinas de vapor.Ellos instituyeron la capacitación técnica para los artesanos que superó por mucho cualquier tipo de capacitación que existiera en esa época y también contribuyeron mucho a normalizar la administración de las fábricas.[cita requerida] Otro inglés, Charles Babbage (1792-1871), aportó muchas contribuciones significativas a la ciencia de la ingeniería industrial, ya que creó los sistemas analíticos para mejorar las operaciones, que publicó en su libro The Economy of Machinery and Manufacturers,[8] el cual se distribuyó ampliamente en Inglaterra, resto de Europa y los Estados Unidos.Los métodos analíticos que Babbage originó fueron los más avanzados durante décadas en el campo del aumento de la productividad y tienen alguna semejanza con el trabajo de Frederick Taylor.Aparentemente, el trabajo de estos pioneros británicos fue bastante exitoso, sobre todo cuando se aplicaba en sus propias empresas.[cita requerida] Posteriormente, otro desarrollador de la ingeniería industrial fue Frederick Winslow Taylor, a quien se llegó a conocer como el padre de la administración científica cuando publicó en 1911 su último libro titulado The Principles of Scientific Management.Aunque este concepto ha cambiado sigue siendo parte importante de la ingeniería industrial.Más adelante Frank Gilbreth y Lillian Gilbreth contribuyeron a la idea de Taylor al crear el método "therblig" (Gilbreth escrito al revés) en el que identificaron y aislaron 18 movimientos elementales que se realizan en casi todas las actividades humanas; cada uno de estos movimientos o therbligs se deberían lograr en un rango definido de tiempo.