Pedro de Villacreces

[1]​ Estudió en la Universidad de Salamanca y allí llegó a dar clases de teología, pero su fervor espiritual, ampliado en el contexto traumático de la sociedad sobreviviente a la peste negra, le llevó a renunciar a todo, como su maestro San Francisco de Asís, y hacerse eremita.

En aquel paraje solitario, fundó en el año 1376, el monasterio franciscano de Nuestra Señora de la Salceda, donde impuso desde el primer momento la estricta observancia en su regla (fundando el grupo de los villacrecianos).

Dicho monasterio terminaría siendo conocido como Scala Coeli.

[2]​ Hacia 1404 se estableció con otros monjes en una ermita erigida cerca de La Aguilera (Burgos) en el siglo XIV, fundación que daría lugar al monasterio Domus Dei.

Al fallecer fray Pedro de Villacreces en Peñafiel en 1422, San Pedro Regalado, discípulo suyo, fue puesto al frente de los conventos reformados a la estricta observancia.