Pedro Fernández Manrique y Vivero

[2]​ Consta que en 1464 el rey Enrique IV lo nombró comendador mayor de Castilla en la Orden de Santiago, pero esta dignidad la continuó ostentando su padre hasta que este renunció a ella en 1475.

Por ejemplo, en 1485 su primo el marqués de Aguilar de Campoo, Garci Fernández, pretendió impugnar la sucesión en el condado, y el propio conde, años después, le reclamó a su tío Juan Manrique la devolución de Fuentiguinaldo, por ser una de las villas que su abuelo había vinculado a Gabriel, su padre.

[7]​ Igual de conflictiva fue la relación que mantuvo con sus vasallos.

[16]​ A la muerte de Isabel la Católica en 1504, Pedro Manrique fue uno de los pocos nobles que permaneció fiel al rey Fernando, regente del reino, frente a los que apoyaban al archiduque Felipe, rey consorte de Castilla por su matrimonio con la reina Juana, y para guardar el servicio del Rey Católico firmó en 1505 una confederación de ayuda mutua con el condestable de Castilla y el conde de Oñate.

[17]​ Según lo expuesto por Gonzalo Fernández de Oviedo en sus Batallas y Quinquagenas, esta renuncia fue muy mal vista por los parientes del conde.