Estudió primero con Luis Serra y posteriormente tras el fallecimiento de éste en 1758, lo hizo con Bernardo Miralles.
Una vez terminado sus estudios comenzó a buscar trabajo como maestro de capilla, siendo rechazado en varias ocasiones, tal vez por su condición de seglar.
En 1773 recibe las órdenes sacerdotales y deja la composición de tonadillas para centrarse en la música sacra.
Aranaz es considerado como uno de los maestros más importantes de la época, siendo llamado como examinador en varias oposiciones a puestos catedralicios (León, 1770; Ávila, 1782; Granada, 1796 y Murcia en 1784).
En 1786 se le ofrece la plaza de magisterio en Oviedo, pero la rechaza.