El término de Pedro Abad, formaba parte del municipio romano denominado SACILI MARTIALIUM.
Esta antigua población estaba emplazada en el hoy llamado cortijo de Alcurrucén, siendo citada por Plinio (Naturalis Historia III, 10).
En sus inicios la aldea se encontraba en la ruta principal por oriente del Valle del Guadalquivir y pertenecía a Algallarín, pronto, con motivo de la importancia que iba adquiriendo por los referidos milagros y hechos extraordinarios ocurridos, se le señalarían sus propios términos.
Hacia 1530 Pedro Abad contaba con 146 vecinos, siendo villa realenga del concejo de Córdoba durante la Baja Edad Media.
En el año 1564 Pedro Abad es incorporado al marquesado de El Carpio, quedando bajo jurisdicción señorial.
Posteriormente se vende la población a Don Luis Méndez de Haro, ya que la hacienda real está con graves problemas económicos.
Sin embargo la trayectoria ascendente se frustra en el periodo del siglo XVII debido a los brotes epidémicos.
La mayoría de las tierras son secano y el cultivo principal el cereal (90 %); en este periodo el olivar sufre una fuerte expansión.
Numerosos viajeros extranjeros recogieron sus impresiones sobre la población, gracias a tan privilegiado emplazamiento, sobre todo a partir del primer cuarto del XIX, y los más audaces bandoleros ochocentistas tuvieron puestas sus miras en la comarca lindante.
Debido quizás a esta situación, los postulados del obrerismo militante tuvieron en la localidad un campo abonado de expansión.
Así por ejemplo, el conocido activista Salvador Cordón y su compañera Isabel Hortensia, entre otros muchos propagandistas del periodo, tuvieron frecuente cita en la villa durante el agitado año de 1918.