La máxima altitud se alcanza en el extremo oriental, y recibe el nombre de Picacho Volantín (1226 m).
Se eleva sobre los valles de suerte que permite divisar un amplio espacio en torno a ella.
Esta peña, por su extensión y altura, es reconocida con facilidad, pues sobresale por encima de la típica meseta castellana que la limita con claridad, pues el relieve a su alrededor es una paramera donde predomina la roca caliza, límite de la cordillera Cantábrica.
[5] Las excavaciones arqueológicas han proporcionado diversos materiales, sobre todo de la Edad del Hierro.
«Ulaña» es topónimo cuya acuñación podemos asegurar que se remonta a época prerromana.