Páramo (geomorfología)
[1] Los hábitats de la paramera abundan en el África tropical, Europa septentrional y occidental, norte de Australia, Norteamérica, Asia Central y el subcontinente indio.El páramo constituye la superficie estructural de un relieve tabular y se caracteriza por asentarse sobre suelos calizos, con una escasa vegetación, basada generalmente en el brezo y el matorral, prevalencia de cultivos de secano, una fuerte amplitud térmica, vientos constantes y una hidrografía escasa, aunque en muchas ocasiones aparecen grandes cortes del terreno por los ríos, dando lugar a cañones.Debido a su altitud suelen ser frecuentes las nieblas en épocas lluviosas.La palabra páramo es una palabra de origen muy antiguo, anterior a la ocupación romana de la península ibérica, que en su uso original designa un territorio «desierto (despoblado), raso y descubierto a todos los vientos».[2] En la meseta castellana sirve para denominar a una llanura alta, agrícolamente poco productiva, cortada por los extensos valles fluviales que forman la «campiña».