El paisaje está marcado por los rasgos de lo que fuera una intensa actividad volcánica.
El relieve es sumamente áspero y dificultoso en las cercanías del Payún Matrú.
Hacia el sur, entre el Payún Matrú y el río Grande, se ven una serie de volcanes menores.
Este último es, con 3715 m s. n. m., el más elevado de la región.
En los pastizales, las especies predominantes son el tupe (Panicum urvilleanum) y la flechilla (Nassella neesiana), entre los que se intercalan espacios de junquillo (Sporobolus rigens).