Comunicó al rey franco Pipino El Breve su elección, pero sin recabar ninguna clase de confirmación.
Escribió a Pipino el Breve para que la alianza con los francos se mantuviera intacta.
[4] Pipino consideró conveniente mantener buenas relaciones con Desiderio, y Pablo logró poco de este doble juego.
[5] Mientras tanto, la hostilidad del Imperio romano de Oriente se hizo mayor.
Aunque Pablo intentó mantener una estrecha comunión con las Iglesias orientales, especialmente Antioquía y Alejandría, entonces sometidas al Islam, la política imperial bizantina era cada vez más agresiva contra el Papado.
[6] En 765, se habían restaurado los privilegios papales en los ducados de Benevento, Toscana y, parcialmente, en Spoleto.