Paul Lemagny

Tras vivir la I Guerra Mundial en Amiens, en 1918-24 está de vuelta en Mosa, estudiando con buenas notas.

Le interesan la Historia y la Filosofía, pero animado por un profesor de Dibujo decide formarse como artista.

Es alistado durante la II Guerra Mundial y acomete una misión tan pintoresca como importante: forma parte de una compañía que camufla monumentos para ocultarlos a la aviación enemiga.

Su arte en estos años adopta rasgos surrealistas, y acomete tanto pequeñas estampas como grandes murales en relieve.

Crea cientos de bocetos a tinta china sobre papel japón bajo influencia oriental, que aún hoy apenas son conocidos.