Se utiliza en varias artes tradicionales, tales como el origami, shodō y ukiyo-e.
El washi también fue usado para hacer varios productos de la vida diaria como son ropa, lámparas y juguetes.
Se presta magníficamente para la reproducción de grabados, pero su empleo requiere cuidados especiales.
El washi es el papel tradicional japonés que desde hace siglos se fabrica siempre a mano para los tipos de mayor prestigio y calidad.
Las fibras utilizadas más conocidas llevan los nombres de Kozo, Gampi y Mitsumata.
Posee, además, una particularidad: su savia es tóxica y se le atribuye la propiedad de ser sumamente resistente frente a los daños causados por los insectos.