Patrimonio histórico y cultural de Sogamoso

Sogamoso, posee un rico patrimonio histórico y cultural, que apenas en recientes años viene siendo redescubierto.

Ubicación: 5.711466° -72.926833° Esta fuente de piedra se levantó para celebrar la paz entre los colombianos a fines del siglo XIX.

Durante algún tiempo se creyó que el Templo del Sol hubiera tenido tres plantas, error engendrado por los círculos concéntricos dejados por los horcones o columnas.

Reconstruido en los comienzos de la época republicana, durante muchos años fue un pintoresco lugar de esparcimiento, a donde se llegaba los domingos con los piquetes campestres para saborear las delicias del baño en el río.

En el cerro tutelar de la ciudad se aprecian la "Huella del Diablo", perforación que se atribuye a la pisada de Huitaca, un demonio chibcha, y la primera piedra para el monumento al gran orador sogamoseño Gustavo Jiménez Jiménez, "Mártir del Parlamento".

Al oriente de la capilla se edificó el primer gran reservorio del acueducto municipal.

Ubicación: 5.698610° -72.932750° Destruido en gran parte para prodigar la arena con que se ha edificado la ciudad, este cerro se convirtió en eje de los misioneros que sobre él plantaron una inmensa cruz de madera.

Regado por la quebrada de Ombachita y el río Boyero, estos extensos terrenos constituyeron los principales cultivos de maíz, habas y fríjoles hasta finales del siglo XX.

También dio paso a los ejércitos realistas del Coronel José María Barreiro y, en dos ocasiones al Libertador Simón Bolívar.

Ya sellada la Independencia de la Nueva Granada, pasó por estos rumbos Bolívar mientras preparaba la campaña que culminaría en Carabobo.

(Véase la obra del siquiatra sogamoseño Humberto Roselli "Historia de la Psiquiatría en Colombia".

Construido con el empeño del comerciante Marcos Barrera, el singular proyecto cultural quedó abandonado por dificultades económicas y burocráticas y fue destruido por decisión de algún burócrata, cuyo nombre parece haber pasado al olvido.

Ubicación: 5.713162° -72.927946° Fue una capilla en la que se colocaban en cámara ardiente los cadáveres a finales del siglo XIX.

Hubo otros sitios que sirvieron de humilladero pero no tuvieron ninguna trascendencia.

En 1970 se erigió aquí el Monumento a los Héroes, obra del escultor antioqueño Hugo Martínez.

Los temas señalados en este apartado se encuentran desarrollados en elUna gigantesca dominaba la ciudad de Sogamoso, en un lugar del cual no hay rastros y nadie recuerda.

A la mañana siguiente estas estaban bajo el techo de su predilección... y ahí siguen.

Ya se habían olvidado las andanzas del fantasma de los zancos, bien entrado el siglo XX, cuando un espectro amedrentaba a los viandantes con sus gemidos.

En cierta ocasión la oscuridad tomó en medio del camino a don Martín Barrera, un acorpado artesano que se dirigía a Río Chiquito con la bolsa llena para pagar los jornaleros de sus maizales.

En estos casos, si fallaban los exorcismos del párroco vecino, no había como unos cuantos baldados de agua fría.

[4]​ Según la tradición, cuando San Isidro imploró a Dios que le concediera agua para una tierra árida brotó una fuente.

"[5]​ "Historias míticas diversas debieron vivirse en la región, al punto que algunas fiestas coloniales, como la relativa a San Pascual Bailón, patrocinada por los franciscanos, ha permitido detectar estructuras estéticas en la novena a este santo, realizada en las veredas y por los campesinos, pues usan flores y festones de colores, que al regarse en el piso, forman figuras, algunas muy análogas a aquellas que se encuentran pintadas en rojo (figura del cáliz), llamada por los campesinos La custodia, temas estéticos contemporáneos que son bastante análogos a algunas pinturas que también se pueden observar en el mural de Pilar y Ceibita.

"Esta fiesta penetró en Boyacá en el siglo XVII con influencia de los franciscanos.

Se trataba de venerar a un santo lego que había sido pastor español en los campos y se había distinguido por su amor a la Sagrada Eucaristía; era el santo fiestero del mundo cristiano, ejemplo para los campesinos.

"[9]​ "Después de los gozos, y cuando piensan los campesinos que ha bailado San Pascual, los músicos tocan cinco piezas para que bailen los "angelitos"; ellos empiezan arrojando flores al santo gritando "que viva la fe de San Pascual"; bailan hacia adelante y hacia atrás, pero nunca dando la espalda al santo."

Es una danza ritual en donde se honra al santo con el baile; los músicos tocan largamente e interpretan los torbellinos, guabinas, pasillos, bambucos, manta, la madrugada, etc., durante toda la noche.

Cuando se quiere bailar común y corriente, se tapa el cuadro con en lienzo blanco; los bailes siguen todo el día de San Pascual, mezclados con juegos de sainetes de animales y las suculentas comidas preparadas para la fiesta; en algunos casos la fiesta se prolonga durante varios días, pero lo común es una noche y el día siguiente.

Sección del Parque Arqueológico.
Reconstrucción del Templo del Sol en el Museo Arqueológico.
Cerro y Capilla de Santa Bárbara.