Las verjas que protegían las reliquias artísticas, así como las campanas de la propia iglesia también fueron tiradas.
La Virgen porta en su brazo izquierdo al Niño Jesús y en su mano derecha sostiene una granada.
Esta construcción se pudo llevar a cabo gracias al arquitecto Francisco de Mora.
Como remate final, la mampostería fue sustituida por recuadros hundidos y pilastras sin capitel que se continúan a lo largo de la torre.
Después de varias reformas, en 1990 la Asociación Vicus Albus fue quien promovió la restauración de la parroquia, pero no fue hasta 1996 cuando se crea una plataforma Pro-retablo compuesta por varios colectivos que consiguen construir un nuevo retablo similar al que hubo en su momento.
Este proyecto salió adelante en 1999 con las mismas características que el retablo anterior y de estilo barroco.
La Virgen porta en su brazo izquierdo al Niño Jesús y en su mano derecha sostiene una granada.
Esta granada simboliza la comunidad en donde todos los granos unidos forman un mismo fruto simulando así a la comunidad cristiana, viviendo con gozo su fe bajo la protección de la Virgen María y en comunión con toda la iglesia.
Además, varios cuadros e imágenes de la vida católica se encuentran dentro del templo, todas ellas conservando su estilo barroco.
Finalmente, fue bendecido por el Arzobispo de Madrid, Cardenal D. Antonio María Rouco Varela en el año 2000, acompañado por el entonces alcalde de Madrid José María Álvarez del Manzano junto a otras autoridades autonómicas y municipales.
Esta idea surgió en 2008 gracias a la comisión Pro-retablo entre la Asociación Vicus Albus y la misma parroquia.