[3] Reabrió en 2023 bajo una política de no exhibicionismo animal, concientización y «contemplación respetuosa».
Las obras del proyectado Jardín Zoológico sufrieron demoras y terminaron por suspenderse a causa de la crisis política desatada en esa época.
[6] Una reactivación del proyecto ocurre por obra del inmigrante germano—argentino José Ricardo Scherer, un experimentado naturalista que había realizado estudios zoológicos y botánicos en expediciones por Europa, Asia, África, y América.
Scherer, al afincarse en la ciudad y sorprenderse de que la misma no poseía aún un zoológico, diseña un proyecto para su construcción, el cual presenta en el año 1912 al gobernador Félix T. Garzón, aunque no logra obtener resultados positivos.
Discurso del Biólogo y Paisajista José R. Scherer, Director del Jardín Zoológico: Como toda cosa tiene su historia, me habéis de permitir, señores, que os narre brevemente la de esta obra a cuyo acto inaugural os habéis dignado concurrir.
Fue recién bajo la gestión del actual ministro doctor Juan B. González, y en circunstancia de que él realizara en compañía del excelentísimo señor Gobernador, una visita al local que servía de alojamiento a la colección que tenía donada a la provincia, fue recién, decía, cuando el proyecto adquirió seguro impulso.
Tres meses más tarde presentaba el proyecto completo a la consideración del Ejecutivo.
Con sólo veinte peones de que dispuse en los primeros meses, y en lucha constante con los aguaceros torrenciales que dificultaban la acción y destruían la barranca, aquel hubo de andar muy lentamente.
Señores: Córdoba, hija de la barranca, ha querido adornar con esta joya a su madre.
Las instalaciones y habitaciones de los animales, han sido hechas en parte con carácter provisional.
La gran “volière” de los cóndores, el valle tropical y el hermoso lago del fondo, espero terminarlos dentro de poco, al igual que los diversos juegos con que lo dotaremos, tales como la montaña rusa, los columpios, tiro al blanco y muchas otras diversiones.
Ya sabeis que me refiero al excelentísimo señor gobernador de la provincia, doctor Ramón J. Cárcano.
Cuéntase del gran Sarmiento, grande entre los más grandes estadistas argentinos, que él personalmente, siendo presidente de la República plantaba con fervoroso entusiasmo los primeros árboles del hoy famoso parque de Palermo.
Quiera la gratitud del noble pueblo de Córdoba, en fecha no lejana, cuando ya esta obra sea igualmente famosa, recordar que fue el doctor Cárcano, ilustre entre sus más ilustres gobernantes, quien plantó también con apasionado empeño y con sus propias manos los primeros arbustos de este parque zoológico.
En dicho año, la empresa Aeroruta S.A., administrada por Gabriel Alcázar, obtuvo la primera concesión del zoo, aún controlado por la provincia, quien por entonces era gobernada por Eduardo Angeloz.
Se sitúa sobre la parte superior de una meseta, también sobre sus laderas y quebradas, y finalmente otro sector se ubica a sus pies, enmarcado por tramos en que las altas barrancas son muy pronunciadas, o directamente caen a pique; todo ello es el escenario de este recurso turístico natural enclavado en medio de una gran urbe.
Estos cánidos con rostro viven salvajes en las linderas áreas boscosas del Parque Sarmiento y, presionados por el hambre, en horarios nocturnos intentan penetrar a través del cercado del predio zoológico, y en las veces que lo han logrado, han matado a gran cantidad de animales en una misma noche.
La recaptura de los mismos se hace dificultosa en razón de las particularidades del terreno del propio zoo, a lo que se suma el estar rodeado por áreas con grandes parques forestados.