Esta cae en distintos terrenos, en función de los cuales morirá o dará fruto.
Por su parte, Lucas comienza identificando la semilla con la Palabra de Dios, aunque luego parece coincidir con Mc y Mt.
Otros fallaron, pero no por debilidad, sino porque la palabra del Señor solo puede echar raíces en una vida recta.
La palabra de Jesús puede fructificar en mayor o menor medida ya que los hombres no son iguales, pero siempre es eficaz: «Cuando esta palabra es proclamada, la voz del predicador resuena exteriormente, pero su fuerza es percibida interiormente y hace revivir a los mismos muertos: su sonido engendra para la fe nuevos hijos de Abrahán.
[8] Por su parte, el exegeta y sacerdote católico John P. Meier considera que esta parábola no cumple los criterios establecidos para ser atribuida al Jesús histórico.