Paquita Escribano

En esa época sus padres regentaban en la ciudad una pensión en la plaza de la Constitución, que frecuentaban toreros y actores.

Daniel Blasco transmite una anécdota del novillero andaluz Reverte II, que se encontraba convaleciente en la pensión tras una cornada en la ingle, y Paquita Escribano, que esos días llevaba un vestido vaporoso.

Se rumoreó incluso que La Goya pensó en denunciarla por usurpación de repertorio.

Siendo una artista que no destacaba por sus creaciones propias, era su voz y su belleza las que le dieron el éxito: era pequeña, de cara redonda, morena, con rizos, de ojos negros y largas pestañas.

Finalmente, en 1933 se casó con el tenor valenciano Emilio Aznar en la Basílica del Pilar, en Zaragoza.

Entre sus canciones más populares estaban Ven y ven (La mejicana), El polichinela, El apache moderno, La mariposa, Tirana del Tripilí, La foot-balista, Mimosa, ¿Solo o con leche?, La cucaracha, Zulina, la esclava, Bella samaritana y La guitarra agarena.

En 1915 actuó en Buenos Aires, volviendo varias veces, compartiendo cartel en 1918 con Gardel, con el que coincidió también en Montevideo.

Paquita Escribano (en el centro) en la Feria de Sevilla en 1912, rodeada por los Hermanos Quintero y algunos periodistas en la caseta de la Asociación de la Prensa. Foto publicada en 1915 en la revista Caras y caretas , (Buenos Aires).