Después de varias apariciones en el cine, en 1975 le dieron un papel menor en Salón Kitty, dirigida por Tinto Brass, con quien trabajó cinco años más tarde, en Actión.
Los años 80 se ven marcados por su adicción a las drogas, lo que le hace aceptar series de fotos cada vez más pornográficas ,posando para revistas como Men o The Ore8.
Se encontrará allí varias veces realizando reportajes con otra actriz caída en desgracia, la alemana Karin Schubert.
Acaba protagonizando una película pornográfica, Non stop sempre buio in sala.
En su sitio web, la actriz explica que la detención logró devolverle la fe en Dios.