Paniza

El término municipal está atravesado por la autovía Mudéjar (A-23) y por la carretera nacional N-330 entre los pK 436 y 445, además de por una carretera local que se dirige a Aladrén.

La red fluvial está formada por pequeños arroyos pertenecientes a la cuenca del río Jalón.

El territorio en el que está ubicado el pueblo fue Reconquistada a los musulmanes hacia el año 1127 por el rey Alfonso I el Batallador.

El rey Pedro IV de Aragón tuvo que vender el pueblo junto a Aladrén, Luco de Huerva y Alcañicejo (estos dos últimos ya desaparecidos) a los Jiménez de Urrea, una poderosa e influyente familia aragonesa, para conseguir dinero debido a los grandes gastos que tenía la Corona en esos momentos.

En 1833 se creó el sistema provincial que permitió la creación de un ayuntamiento.

El pueblo se dedica principalmente a la vitivinicultura, cultivando variedades tintas como la Garnacha, Tempranillo, Cariñena y Moristel (Juan Ibáñez), además de otras cepas francesas como el Cabernet Sauvignon, Merlot y Syrah, que han tenido una excelente adaptación en los terrenos de lomajes y pendientes característicos del término de Paniza.

Es una iglesia con una única nave de cuatro tramos con capillas laterales entre los contrafuertes y ábside poligonal.

La torre campanario está situada en el ángulo noroeste y es de estructura cristiana.

La calle Mayor (hoy en expansión) está delimitada por dos ermitas, que se encargan de cuidar las vecinas.

Ermita de Montserrat: sobre el arco por el que se accede a la calle Mayor.

Ermita de San Gregorio: en dirección a Aladren y Vistabella.

Escopeteros y Tiradores de Cariñena.
Bodegas Virgen del Águila.
Vaquilla de las fiestas de Paniza
Vaquilla de las fiestas de Paniza
Torre y fachada de la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles.
Pabellón polideportivo.