El paneslavismo (del griego pān-, todo, y Eslavia) es un movimiento político y cultural, nacido de una ideología nacionalista, surgido en el siglo XIX con el objetivo de promover la unión cultural, religiosa y política, así como la mutua cooperación, entre todos los países eslavos de Europa.
Paulatinamente, el Imperio austrohúngaro combatió el paneslavismo dentro de sus dominios, al considerarlo una amenaza contra sus intereses estratégicos y políticos.
De igual modo el paneslavismo promovió también que los checos y eslovacos antes sojuzgados por Austria fundaran Checoslovaquia en 1918.
Tras la Segunda Guerra Mundial la URSS trató de emplear el paneslavismo como herramienta de propaganda para promover la mutua solidaridad ante sus satélites de cultura eslava en Europa Oriental, pero reduciendo el elemento nacionalista por cuanto había países ajenos a la cultura eslava que también estaban sujetos a la influencia soviética (como sucedía con Alemania Oriental, Hungría, y Rumania).
A la fecha, el paneslavismo todavía cuenta con adherentes que lo promueven activamente en Rusia, Ucrania, Serbia, y Bulgaria, pero tiene muy escasos simpatizantes en otros países como Polonia, República Checa, Eslovenia o Croacia.