Frank había sido el más estable de los hermanos, con una sólida base y madurez.
Algunos sospecharon, no obstante, que la víctima había intentado robarle la novia a Bob.
Según una versión, Grat fue esposado a un alguacil y acompañado por otro mientras era trasladado en tren.
De repente, Grat saltó de cabeza por la ventanilla del tren, cayó al río San Joaquín, desapareció bajo el agua, y fue llevado río abajo por la corriente.
Grat debió de haber tomado la llave de las esposas del bolsillo del primer alguacil mientras dormía y luego esperó para huir hasta el momento en que sabía que el tren estaría en un puente.
Si hubiese caído a tierra, habría muerto casi con total seguridad.
Grat encontró a sus hermanos, y luego volvieron al Territorio de Oklahoma.
Se marcharon con varios cientos de dólares solamente, pero habían trabajado bien en equipo.
Bill Doolin y Grat Dalton se encargaron del vagón expreso.
Luego se sentaron en un banco del andén, hablando y fumando, con sus rifles Winchester entre las rodillas.
Había varios guardias armados en el tren, pero por alguna razón todos y cada uno de los 11 hombres estaban a la espalda del mismo.
Tres guardias fueron heridos, y un médico del pueblo murió como consecuencia de una bala perdida.
La banda podría haberse mantenido ocupada con los robos a trenes, pero Bob Dalton quería asegurarse de que su nombre fuera recordado por largo tiempo.
Ya que los lugareños estaban al tanto de su aspecto físico, llevaron barbas postizas.
Tres personas del pueblo fueron alcanzadas, y el alguacil del pueblo Charles Connelly fue abatido cuando salió a la calle tras escuchar los disparos, no sin antes devolver el fuego y matar a un miembro de la banda.
Según Emmett, Thomas era implacable en su persecución de la banda, manteniéndola constantemente en movimiento.