Palmera (raza caprina)

Clasificada oficialmente como raza Autóctona de Fomento, quedan unos 8500 ejemplares aproximadamente.

Aquellos cruzamientos realizados con facilidad implicaron un trabajo posterior enorme y complicado, aunque afortunadamente con resultados satisfactorios, para eliminar los genes foráneos ya que esos híbridos no se adaptaban a las condiciones de explotación palmeras.

La venta de caprino de reposición y adultos entre explotaciones es todavía muy común entre las explotaciones de la isla, ya que en muchas ganaderías no se realiza recría anual suficiente para sustituir al desvieje, ni se planifican partos anuales, por lo que para mantener el nivel productivo compran animales en producción, lo que contribuye paulatinamente a la disminución del nivel productivo y compromete el nivel sanitario de la explotación, ya que adquieren precisamente las cabras que desechan otros ganaderos.

Especial atención se le ofrece a la recría, que debe estar sana y bien alimentada para favorecer destetes tempranos para un mayor aprovechamiento de la leche y una edad temprana a la primera cubrición.

La sanidad se controla mediante profilaxis vacunal (Mycoplasma Spp, pasterella, clostridiosis, aborto clamidial, mamitis) y antiparasitaria (verminosis pulmonares e intestinales, coccidiosis, parásitos externos) y evitando la incorporación de animales de otras explotaciones que no sean recría saneada.

En algunas ganaderías se ha apostado por el sistema de alimentación unifeed, utilizando una ración completa, que incorpora la fibra con el concentrado, incluyendo en la medida de su disponibilidad, forrajes en fresco, tales como tedera, tagasaste, tunera tuneras(Opuntia ficus indica), maralfalfa, alfalfa, cornical, avena, archita, etc., y subproductos agrícolas tales como el plátano.

La cabra palmera se adapta peor que otras razas canarias y peninsulares al sistema intensivo de producción.