Con paredes bajas de piedra y cubierta por un tejado cónico vegetal, normalmente formado por tallos de centeno; puede llevar una cumbre o rematar un pico.
Como nota anecdótica cabe indicar que el poblado de Astérix, el galo, está compuesto, en parte, por pallozas.
El nombre de palloza es en realidad una deformación del término gallego «pallaza», recogido por primera vez a fines del siglo XIX por etnógrafos como el alemán Fritz Krüger, refiriéndose al material con que se realizaba la techumbre de la edificación.
Esta denominación es utilizada en Asturias y León, mientras que el nombre de palloza se escucha con normalidad en Galicia.
Finalmente los especialistas en el tema se han decantado por usar este nombre de palloza para denominar esta construcción tan peculiar y con características diferentes de los otros teitos entre los que se puede incluir las cabañas, los hórreos y otros edificio auxiliares.