El palacio de los marqueses del Carpio es una casa fortaleza situada en Córdoba (España), localizada en la calle San Fernando y la calle Cabezas, muy cerca del arco del Portillo, formando parte de las murallas que separarían lo que sería la antigua Medina y la Axerquía de la ciudad.
El origen de este palacio se remonta a la época del rey Fernando III quien hizo donación de este edificio a la familia Méndez de Sotomayor, a quien nombró señores del Carpio y que en el siglo XVI pasaron a ser marqueses del Carpio, con el fin de defender y vigilar la muralla tras la conquista de Córdoba en 1236.
[1][2] Es el prototipo de las grandes residencias solariegas del siglo XV.
La actual configuración del edificio se debe a la compra de diversos solares durante el siglo XX.
En 1933 se le encarga al arquitecto madrileño Casto Fernández-Shaw la construcción de una piscina y mejoras en la estructura, como la apertura de la muralla hacia la calle San Fernando.