Muchos consideraban que la Generalidad de Cataluña le estaba dando un espaldarazo y protagonismo especial por la simple ubicación de los estudios, y era por el simple hecho que en Madrid todavía no existían estudios sonoros.
Los metros cuadrados restantes se encontraban ocupados por oficinas y servicios de los estudios.
La última película que se pudo rodar en esos estudios fue La bella Lola, dirigida por Alfonso Balcázar.
[5] En el lugar donde se podía visitar el palacio de la Química y se ubicaron los Estudios Orphea hay un aparcamiento para autocares de los turistas que visitan el Pueblo Español.
Tenía una cúpula monumental nervada de base decagonal (diez lados y diez ángulos) y una escultura del carro tirada por caballos, la cual se encontraba en el acceso principal conjuntamente con cuatro columnas.
Mostraba material deportivo en sus salones, a pesar de que más tarde se cambió la finalidad de su construcción y se dedicó, íntegramente, a la industria química.