El palacio Hallwyl (en sueco: Hallwylska palatset) es un histórico edificio residencial localizado en el centro de Estocolmo (Suecia).
En el interior no se reparó en gastos, usando los mejores materiales y prestigiosos artesanos.
Además, fue dotado de modernas instalaciones como electricidad, ascensor, calefacción central, baños o teléfono.
Los condes von Hallwyl donaron este palacio a la muerte de la condesa en 1930 al Estado sueco con el mandato de convertirlo en museo y mantenerlo inalterado.
Cuenta con más de 50.000 objetos entre cuadros, tapices, mobiliario, plata, porcelana, armaduras, etc. Wilhelmina dejó todos los objetos catalogados en un inventario con fotografías y descripciones.