Las áreas protegidas son una herramienta clave en la conservación del patrimonio natural amenazado.[2] Según el Artículo 2° del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), un área protegida es un “área definida geográficamente que ha sido designada o regulada y es administrada a fin de alcanzar objetivos específicos de conservación”.[3] Son elementos claves de esta definición:[4] Estos son los países y dependencias con el mayor porcentaje de su territorio terrestre protegido.Aproximadamente, tan solo un 3% del espacio marino español está mínimamente protegido.El 9,1% de la superficie de España está protegida, siendo Canarias la comunidad autónoma con más área protegida relativa con el 42%, seguida de Cataluña con 21,51% y Andalucía con 18,92%, sin embargo es la comunidad andaluza la que más aporta al total con un 36% del total español.