Ha trabajado como periodista independiente para diversos medios de comunicación, especializado en Europa del Este y países exsoviéticos, y ha cubierto varios conflictos como la segunda guerra del Alto Karabaj, la guerra del Donbás o la invasión rusa de Ucrania de 2022.
[7][8] Poco después, el 14 de agosto, Polonia presentó una acusación formal para la que podría fijar fecha para un juicio en ausencia.
[13] Vivió en la Unión Soviética hasta los nueve años, cuando su madre se divorció de su padre y se trasladaron al País Vasco donde su madre lo inscribió en el Registro Civil español con el nombre de Pablo González Yagüe.
[5][15] El Comité para la Protección de los Periodistas emitió un comunicado el 4 de marzo en el cual expresó preocupación por la detención de Pablo González y solicitó a las autoridades polacas que se le proporcionase acceso adecuado a representación jurídica y a un procedimiento justo y transparente.
En octubre de 2024 este comité actualizó el comunicado donde afirmaba que informaciones posteriores sugerían que González había utilizado sus credenciales periodísticas como cobertura para su trabajo para la inteligencia rusa.
Además, se han realizado diferentes preguntas en el Parlamento Europeo.
[34][35][36] Después de su liberación la defensa de González señaló que las autoridades rusas mostraron un «interés real» en resolver el caso y, aunque no se menciona directamente, criticó la actitud del Gobierno español, al afirmar que «Otros, en cambio, han intentado criminalizar a Pablo González, en lugar de defenderlo y proteger sus derechos como periodista».
[39] Tras su liberación, se quejó de haber sido amenazado y torturado en Polonia durante los nueve meses siguientes a su detención, sin que le informaran de los cargos que se le imputaban y sin que se le diera la oportunidad de hablar con un abogado.
Pablo perdió 20 kilos durante su encarcelamiento y, tras recuperarse en Rusia, afirmó que le gustaría regresar al País Vasco.
Según afirmó su esposa esos problemas médicos pudieron producirse por las condiciones en la que se encontraba en la cárcel de Polonia, «encerrado sin aire natural, con humedad, mucho frío en invierno y sin calefacción, y calor en verano».
Según estas informaciones, Pablo González recibía sus instrucciones en Estambul y utilizaba incluso sus relaciones sentimentales para obtener los datos que buscaba.