Píxide de Al-Mughira

Durante los primeros veinticinco años de reinado se dedicará a restablecer el poder omeya en el territorio andalusí, encabezado por campañas, empezando por Córdoba hasta conseguir el restablecimiento del poder omeya en todo al-Ándalus.

Al-Hákam II, antes de morir, hizo jurar a los miembros del Estado a Hisham II, su hijo que sería el sucesor, en esos momentos solo tenía once años.

Después de su muerte en el 976, se produce una conspiración respecto a la sucesión.

Finalmente el primer ministro Hayib Yá‘far ibn Uthmán al-Mushafi, el general Gálib y otros miembros de la corte entre los cuales estaba Muhámmad ibn Abi ‘Ámir (futuro Almanzor) se aliaron, asesinando a al-Muguira, imponiendo así como a sucesor a Hisham II.

La píxide fue tallada probablemente por el maestro Halaf, en el año 968, y destaca por su increíble detalle y finura en la ejecución, contiene inscripciones cúficas y dibujos de jinetes a caballo, un músico tocando un laúd, palmeras, flores de loto, cetreros con sus halcones, dos leones etc.; se desconoce el uso concreto que se le dio a esta urna, aunque se cree que pudo contener perfumes, o joyas.

Vista de los restos de la antigua ciudad omeya de Madínat al-Zahra .