Marfiles hispanomusulmanes

Dentro del arte hispanomusulmán, se desarrollaron en Córdoba y Cuenca durante la presencia de la cultura musulmana en España, dos importantes talleres de marfil, cuyo periodo de mayor esplendor fueron el siglo X y primer cuarto del siglo XI.

La producción se concentraba en objetos suntuarios con detalles ornamentales engastados en materiales nobles (oro y plata), sobre maderas trabajadas, o piezas puras de marfil, unidas y labradas.

En el de Córdoba los trabajos eran más refinados, con soltura para desarrollar las temáticas sobre la naturaleza en formas caprichosas y variadas que, observadas al detalle, presentan un absoluto equilibrio y excelentes conocimientos de geometría por sus autores.

En el de Cuenca, los trabajos son más sencillos, quizá debido al tipo de pedidos y su ubicación fronteriza entre reinos cristianos y musulmanes, lo que dificultaba la continuidad de los trabajos y la enseñanza a los aprendices.

La técnica del ataurique, mediante la estilización de los motivos vegetales en la decoración, es profusamente usada.