Estaban relacionados con los taparitas y se les consideraba distintos de otros grupos.
El padre Joseph Gumilla documentó muchas costumbres de este pueblo.
Han quedado vocabularios considerables del otomaco, que fueron estudiados por Ángel Rosenblat en 1948.
Consumían casabe, al igual que muchos otros pueblos indígenas de la región.
El padre Gilli escribe que «los otomacos tienen una gran pasión por el juego de pelota».