[3] Suele ser habitual el empleo en la industria alimentaria como aditivo conservante debido a sus propiedades fungicidas y desinfectantes.
Evita que ciertos alimentos desarrollen mohos en las fases de almacenamiento: fungicida postcosecha.
Se suele emplear diluido en agua en pulverizaciones con bomba, o también como cera (nebulización en caliente) que se aplica a la corteza de las frutas cítricas: limones, naranjas, mandarinas y pomelos.
[4] Es un compuesto que se ha aceptado en las normativas europeas, reduciendo su empleo a cítricos.
Se ha de manipular con cuidado ya que produce irritación en los ojos.