El variado conjunto de adornos utilizados por los artistas para embellecer objetos u obras arquitectónicas puede distribuirse en dos clases: simples (o elementales) y compuestos.
Los adornos simples se dividen a su vez en: A continuación se indican las formas más comunes de todos estos grupos.
En las obras de arquitectura árabe y mudéjar estos adornos adoptan la forma de inscripciones que se hallan en el arrabá o alfiz que es un semicuadro situado alrededor del arco de una puerta o ventana y en diferentes círculos o medallones intercalados en alguna composición ornamental de arabescos.
Además de las molduras, se encuentran con mucha frecuencia otras formas puramente geométricas de ornamento en las obras artísticas, y las más comunes son las siguientes: A este grupo de adornos pertenecen todos los motivos sacados del reino vegetal, llamados en su conjunto de flora o fitaria.
En las obras arquitectónicas y escultóricas se dan los siguientes tipos de hojas: Los motivos que se toman del reino animal para simple ornato suelen ser estilizados como se ha dicho de las plantas, y también quiméricos o fantásticos.