Ornamento arquitectónico

El variado conjunto de adornos utilizados por los artistas para embellecer objetos u obras arquitectónicas puede distribuirse en dos clases: simples (o elementales) y compuestos.

Los adornos simples se dividen a su vez en: A continuación se indican las formas más comunes de todos estos grupos.

En las obras de arquitectura árabe y mudéjar estos adornos adoptan la forma de inscripciones que se hallan en el arrabá o alfiz que es un semicuadro situado alrededor del arco de una puerta o ventana y en diferentes círculos o medallones intercalados en alguna composición ornamental de arabescos.

Además de las molduras, se encuentran con mucha frecuencia otras formas puramente geométricas de ornamento en las obras artísticas, y las más comunes son las siguientes: A este grupo de adornos pertenecen todos los motivos sacados del reino vegetal, llamados en su conjunto de flora o fitaria.

En las obras arquitectónicas y escultóricas se dan los siguientes tipos de hojas: Los motivos que se toman del reino animal para simple ornato suelen ser estilizados como se ha dicho de las plantas, y también quiméricos o fantásticos.

Cariátides del Parlamento de Viena, Austria.
Adorno en la mezquita Wazir Khan en Lahore
Greca
Arabescos
Volutas en una columna jónica
Adorno en forma de flor.
Hojas de acanto en un capitel corintio
Mascarón
Bucráneos.
Artesonado