Ello va asociado a desarrollar un conocimiento sobre diversas tecnologías y materiales para por ejemplo elaborar los crisoles de cerámica necesarios para realizar el fundido de metales.
Si bien existen técnicas que permiten obviar el fundido y trabajar metales en frío.
Los metales utilizados en la elaboración de objetos y joyas por los indígenas americanos fueron el oro que funde a 1 063 °C, muchas veces recolectado como pepitas en cursos de agua; y la plata que funde a 961 °C y que se utilizaba pura, siendo obtenida de minas.
[2] Las evidencias más antiguas del trabajo de los metales preciosos en América se han encontrado en Colombia y Ecuador, y se remontan al 1200 a. C., en la zona andina en Perú y el norte de Chile se han descubierto elementos que indican que hacia el 1000 a. C. allí se realizaron trabajos de fundición de metales, por otra parte en Mesoamérica los registros hallados indican actividad en este sentido hacia el 900 a. C..
[3] Los principales metales utilizados por los pueblos aborígenes americanos eran oro y plata, donde ambos eran valorizados por igual en las culturas indígenas.